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¿No puedes dormir bien? Te dejamos 10 consejos para mejorar tus noches.

Después de un día intenso de trabajo, cuidando a los niños, la casa, o quizás tengas que atender a algún familiar enfermo, lo que más deseas cuando llega la noche es poder dormir bien. Descansar toda la noche, dormir plácida y profundamente como lo hace un bebé.

Duerme bien

1. Crea una rutina, ponte horarios

Es muy importante que establezcas una rutina antes de irte a la cama, para que tu cuerpo aprenda que a partir de cierto momento del día toca prepararse para ir a dormir. Es recomendable que al final de la tarde te pongas un mismo horario para cenar, ducharte, acostar y hacer algo que te distraiga y relaje antes de ir a la cama. Si sigues esta rutina cada día tu cuerpo por si solo sabrá cuando es la hora de ir a dormir.


2.Compra un colchón ajustado a tus necesidades


En nuestro blog encontraras muchas recomendaciones para elegir el mejor colchón que se adapta a tus necesidades. Si sigues estos consejos para dormir mejor y descansar, vivirás con mayor bienestar. El descanso no es un lujo, sino una necesidad que tiene que estar al alcance de cualquiera.


3. Cena algo ligero


Una cena ligera, fresca y repleta de nutrientes es la indicada para comer bien y dormir todavía mejor. Tenemos la mala costumbre de comer de forma abundante, con salsas picantes y grasa. Lo idea es cenar algo ligero y saludable como vitaminas del grupo B, triptófano y magnesio ya que estas sustancias ayudan a inducir un sueño.


4. Olvídate del tabaco


Si fumas tienes muchas razones para intentar dejar de hacerlo y una de ellas es conseguir dormir mejor. Aunque no lo parezca, el hábito de fumar puede ser perjudicial a la hora de lograr un descanso óptimo. La razón es sencilla: la nicotina provoca un efecto en nuestro organismo que dificulta que nos quedemos dormidos. Si deseas obtener un descanso adecuado, evita que entre en tu cuerpo esta sustancia nociva.


5. Relájate antes de dormir


Es importante que bajemos el ritmo de nuestra actividad. Si el estrés que te impulsa durante el día, también está presente por la noche, solo conseguirás tener una noche de insomnio. Leer, una ducha caliente, escuchar música tranquila, ver programas de humor en la tele son ejemplos de actividades que conseguirán quitarte el estrés de encima, relajarte y, como consecuencia, dormir bien.


6. Ayúdate de técnicas relajantes

Un método es visualizar un paisaje bonito, relajante, donde te gustaría estar. Imagínate en él y tú en calma total, paseando tranquilamente, disfrutando de lo que ves, sin pensar en nada, simplemente existiendo. Esto te transmitirá tanta paz, que a la larga acabarás por dormirte.


7. Duerme las horas que necesites



Algunos pueden durmiendo pocas horas, otros necesitan algunas horas de sueño más.

Así que procura dormir todas las horas que necesites, recuerda que hay que dormir mínimo entre 6 y 10 horas diarias, dependiendo de tu edad y estilo de vida.


8. Escoge bien tu postura


La postura en la que dormimos determina en buena parte la calidad de nuestro descanso. La peor postura para dormir, es boca abajo ya que nuestra columna vertebral se encuentra desalineada y genera una presión en la zona lumbar, la mejor forma es la de boca arriba sobre nuestra espalda de esta manera respiras mejor y tu espalda estará completamente recta, te levantarás sin ningún dolor.


9. Escucha música


Escuchar música antes de dormirnos nos ayudará a sentirnos mejor, y también a tomar contacto con partes de nuestro cuerpo que, de otra manera, pasaban desapercibidas. Es importante que seamos conscientes de que el descanso y la relajación resultan muy necesarios para mejorar nuestro grado de atención, eficiencia y rendimiento.

10. Practica ejercicio

Hacer ejercicio es algo fundamental si nuestro objetivo es dormir bien. Y es que mantenerse físicamente activo con actividades tan sencillas como caminar, correr o nadar hará que acabemos conciliando el sueño más rápido. Además, lograremos un descanso más profundo y despertarnos menos durante la noche. Eso sí, evita el ejercicio extremo, al menos, desde 4 horas antes de irte a la cama.


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